El 16 de mayo de 1888 nació uno de los más brillantes científicos que nunca han caminado en este planeta. Este genio descubrió que el cáncer podía eliminarse del cuerpo. Inventó un microscopio que permitió ver por primera vez los virus y bacterias, luego creó una máquina que los desintegraba curando a 16 personas de cáncer terminal sin quimioterapia ni radioterapia, pero en vez de recibir el reconocimiento científico fue perseguido hasta su muerte por las asociaciones médicas y las compañías farmacéuticas.

Royal Rife recibió 14 reconocimientos y honores importantes y le fue otorgado el Doctorado honorario de la prestigiosa Universidad de Heidelberg, Alemania, por su trabajo.

En 1931 Rife creó el “microscopio universal“, con 5.682 piezas, una máquina increíble con una enorme capacidad de ampliación y capaz de ver los virus vivos, haciéndolo único en el mundo y con propiedades prácticamente ilimitadas.

En 1934, inventó la “Beam Ray Machine” capaz de desintegrar virus, bacterias y microbios aplicando determinadas longitudes de ondas. La máquina trabajaba por medio de una frecuencia inducida, la cual vibraba a la resonancia del patógeno en cuestión.

La Universidad del Sur de California, juntó en 1934 a un comité compuesto por doctores y patólogos y entregó pacientes de cáncer terminal del hospital del Condado de Pasadena al laboratorio y clínica de Rife en San Diego para su tratamiento. Tras 90 días, tiempo estipulado previamente, el informe arrojó que el 86.5% de los pacientes habían sido completamente sanados. Y el resto, tras una modificación en el tratamiento, también lo hicieron.

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