¿Las frecuencias afectarán el ADN en mis células, de la misma manera que afecta el ADN del patógeno?

Esta es una cuestión de gran interés e importancia. No se puede responder fácilmente, porque los diversos sistemas de entrega de frecuencias descargan sus frecuencias de diferentes maneras, con varios tipos de emisiones, formas de onda y niveles de potencia. Sin embargo, aquí hay información que podría servir de base para futuras discusiones e investigaciones.

Existen muchas diferencias entre las células bacterianas (procariotas) y las mamíferas (eucariotas) (3), algunas de las cuales pueden tener una relación colectiva con la forma en que los sistemas de administración de frecuencias pueden influir en ellas:

Su estructura de ADN es muy diferente. El ADN de los mamíferos está unido a proteínas llamadas histonas, que envuelven y doblan el ADN en un tamaño manejable. El ADN bacteriano y viral no contiene histonas. Las histonas pueden proporcionar protección eléctrica al ADN de mamífero, en comparación con el ADN bacteriano y viral.

El ADN en las células eucarióticas está rodeado por un núcleo y la membrana nuclear. Las células bacterianas no contienen un núcleo.

Las células eucariotas generalmente son de 10 a 30 veces más grandes en dimensión lineal y de 1.000 a 10.000 veces mayores en volumen que las células bacterianas típicas. Esto da como resultado una relación de superficie a volumen mucho más pequeña en células eucarióticas en comparación con bacterias.

Debido a la diferencia en los componentes de la pared y la membrana, las células bacterianas tienen una carga eléctrica negativa mucho más densa en su superficie externa que las células eucarióticas. Además, las paredes celulares de las bacterias son altamente porosas y los poros son relativamente grandes. Estos rasgos permiten un movimiento fácil de iones y proteínas a través de los poros. Si bien estas características son necesarias para que se lleven a cabo procesos metabólicos bacterianos, es posible que se puedan usar de forma ventajosa cuando influyen en las bacterias con sistemas de entrega de frecuencia electromagnética.

Los constituyentes de las membranas bacterianas son química y eléctricamente diferentes a los de las membranas eucarióticas.

Las bacterias no poseen citoesqueleto interno, como lo hacen las células eucariotas. Esto incluiría microtúbulos y filamentos de actina. Además, las bacterias no realizan endocitosis o exocitosis.

Individualmente o colectivamente, todos estos factores y posiblemente otros pueden tener un papel en el por qué ciertos organismos patógenos son influenciados más fácilmente que los eucariotas animales y las células vegetales por los sistemas de distribución de frecuencias. En los últimos años, muchos investigadores importantes de laboratorios y universidades de gran prestigio han llevado a cabo muchos proyectos, todos los cuales son demasiado numerosos para revisar en este pequeño espacio.

Mattman, Lida H. Formas deficientes en la pared celular, 3ª ed. Boca Raton: CRC Press, 2001.
Takashima, Shiro. Propiedades eléctricas de biopolímeros y membranas. Bristol: Adam Hilger, 1989.
Alberts, Bruce, y col. Molecular Biology of the Cell, 3ª ed., Pp. 22-25, 481-485, 521-523, 554-555. Nueva York: Garland Publishing, 1994.

Documento original:
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